sábado, 13 de mayo de 2017

EL ENCUENTRO

PARA ESPIRITISTAS
Soy cristiano y al poco de convertirme a Cristo el jefe de una secta satánica trató de captarme. Por supuesto yo jamás acepté pero él no se qué debía ver en mi que Satanás le indicaba que yo tenía que pertenecer a su secta. De esto hace mas de 30 años y las batallitas desde entonces no han sido pocas. Dios ha intervenido en mi ayuda, pues en varias ocasiones me han metido espíritus para que me mataran y Dios me ha librado de todos los males.
Ellos sienten que el vencedor de su jefe debe quedarse como su jefe. En pocas palabras es una invitación bajo amenazas que debo ser su jefe. Sin embargo el que gana puede exigir que se cumpla el trato y éste era que me dejaran en paz. Con todo, Dios también tiene mucho que decir: Yo soy siervo suyo y mis victorias son para él.
Esto significa una singularidad. Una singularidad es algo que hasta ahora solo ha sucedido una vez. Una vez se nos ha dado la vida, una vez moriremos, una vez Dios estipuló el lugar y tiempo para que viniéramos a esta vida siendo engendrados por nuestros padres... ahora es Dios quien tiene que enseñarnos porque nadie ha nacido siendo maestro.
Es necesario entonces, tal como me dijeron los espiritistas que tengamos un encuentro para hablar de la experiencia y conocer mejor los hechos ocurridos y las repercusiones en el futuro.
Hasta que los espiritistas no tengan este encuentro que les he aceptado hace mas de un año conmigo, tendrán que soportar las iras de Dios contra ellos y por el mal que han hecho. El encuentro es para sanación de heridas y recoger un premio que Dios quiere darnos y hasta ahora no nos ponemos de acuerdo para abrir el regalo. Nosotros hemos creado los problemas y Dios nos regala soluciones o si las rechazamos automáticamente recogemos palos. Parece ser que los espiritista ya se han dado cuenta que en este año de rechazo han perdido entre todos miles de millones de euros de forma clara por la intervención de Dios que frustra sus planes. ¿Para qué esperar más?
Dios reclama su victoria y quiere hablarnos. Estoy disponible los sábados por la tarde. Dejen de sufrir innecesariamente y acepten los beneficios que Dios quiere darles.
Hasta ahora han probado rechazar la oferta generosa y por ello han tenido muchos males. Es la misma historia que el faraón cuando se negaba a dejar ir al pueblo de Israel libre a petición de Moisés.
Ahora parece que me toca a mi hacer de Moisés. Cuando me obedezcan tendrán premio beneficioso en sus vidas y cuando me desobedezcan o se mantengan indiferentes tendrán muchos perjuicios.
Aprovechen la lotería que siempre toca,

1 comentario:

Conrado dijo...

Para perjuicio de los espiritistas hasta el momento no han aceptado la reconciliación ofrecida. Tal como sucedió con el faraón, a partir de ahora sus males empeorarán y no faltarán terremotos y huracanes espirituales en sus vidas que los harán pedazos. Recapaciten señores espiritistas o prepárense para daños mayores.